Friday, January 14, 2011

MIR


Eran todos blancos como yo, una salvedad oculta hasta ahora, que me doy cuenta de aquellas cosas que en aquel tiempo no importaban, menos ahora.

Era del MIR, mi (ex)señora furiosa me contó que una amiga de ella me había visto salir en televisión con sendo cartel vociferante.
Problemas en la (ex)iglesia, un hermano me vio nuevamente vociferando "asesinos" a todo pulmón junto a tres pelagatos en Parque Italia, en plena celebración del 21 de Mayo. Mi conspicuo instructor marxista fue detenido en medio de gritos y pataletas que ha nadie importó. Ahí entendí que ha nadie importaban los muertos, que de tan muertos daban miedo, a quién no?.

La falda azul se sube e infructuosamente ella la baja, es pequeñita, pies pequeños, manos pequeñas, falda azul me distraes, tanta femineidad resolutamente acumulada, incesantemente femenina me perturba, siempre.

Nos juntábamos al lado de la Sebastiana, entrando por el Teatro Mauri. Me discipulaban, me leían a Marx, entregaban literatura de Rosa Luxemburgo envuelta en papel de diario, así como jugando a los espías y el amigo pintor marxista esquizofrenico y rubio me servía café en su casa, un café amargo.

Ya en aquel entonces vislumbraba convertirme al capitalismo.




koteNet

Thursday, January 13, 2011

pedir des pedir

hay que tener mucho cuidado
con lo que se pide
porque de la misma manera que se pide
se des pide


y como un despedido
despiadado me mutilo
a pedazos de despido
de pedir que hay que des pedirte

elkoteylavivi

buenos aires

Que necesidad de escribir tengo. Mi pensamiento más rápido que mi escritura torpe y débil. Mis balbuceos impropios y el papel blanco, tan blanco e inocente, tan trivial, simple, hermético y extraño.
Ensimismado de mi mismo, descubriendo y alimentado mi ego, me sumerjo en palabras, diálogos triviales, frases estériles. Que el sistema se cayó, que la revisión del código, que esto y lo otro, como si mi mundo poético mundano no tuviera ningún punto de intersección con mi torpeza ingenieril, elemento básico para sobrevivir me.

Soñé viajaba a Buenos Aires, soñé me quería. En el bus llevaba sólo guitarras y equipos de sonido y sin conocer calles, nombre, lugares, avanzaba siempre de prisa pasando por bares, cocinas, bullicio de voces, tango de fondo, para encontrarme con otras puertas, de otros bares, de otras gentes, de buenos aires. En mi sueño no había miedo, había incertidumbre y sin embargo viajaba con la misma maldita confianza que me hace escribir.

Y como bien lo saben, Neruda siempre tiene la culpa (por si alguien se olvida del culpable)



Miércoles 5 de Enero, Alameda, Santiago de Chile.

me gusta el te