Sunday, April 21, 2013

"Despreocupados, irónicos, violentos –así nos quiere la sabiduría: es una mujer, ama siempre únicamente a un guerrero" Friedrich Nietzsche

El cuento de tribilín

El televisor encendido y en la pantalla visualizándose una película de tribilin titulada "Goofy (1942) - El campeón Olímpico". El viento del secador de pelo golpeando el brazo de un disfraz rojo, atando los cordones de unos zapatos enormes y ridículos, las manos blandas, grandes y con cuatro dedos, el closet lleno a rebosar del mismo disfraz.

Se mira al espejo y es un tribilin, un disfraz ordinario, no un tribilin de verdad esos de Disney, sino un disfraz pobre gastado por el uso diario. Es un tribilin Chileno.

Sale a la calle empinada y frente a el Valparaíso y sus casas diminutas, el mar brillante se extiende total y completo a su vista amplia y sus ojos redondos de plástico de mala calidad miran un puerto de verdad.

Con su dedo indice levantado indica a un colectivo se detenga, un auto que parece un escarabajo negro recorriendo cerros, escarbando, subiendo, bajando y vomitado gente. Vehículo manejado por un chofer que también es un tribilin de color amarillo, el colectivo no se detiene, va lleno de tribilines.

Decide bajar el empinado cerro a pie escuchando 'Shrivel-Up' de DEVO. Imágenes se vuelcan sobre su cabeza, recuerdos de un carrete roñoso de escalera porteñosa, de vino en caja y ella, el recuerdo tribilinezco de ella, la tribilina más linda del cerro.

Después empujones, gritos, balas, sangre tribilinezca en el suelo, sangre roja tribilina, de ella su amada.


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