Sunday, August 18, 2013

El cuento de Neruda

"Neruda está vivo". Así cara de raja el lucho le contó en medio del bullicio del bar, con ojos vidriosos, aliento etílico y la costra blanca de cocaína en sus narices, la brutal noticia. Que tal cual sus palabras sonaban, efectivamente como le había escuchado, que los curaos siempre dicen la verdad, que era cierto: "Neruda está vivo".
Le contó un amigo de el, que esta casado con la Margarita, hija de la Señora  Juanita, esta (ella) en sus tiempos mosos había sido amante del hijo del chófer de Neruda y este en una de las tantas noches de desenfreno alcohólico deslengüado le había contado Neruda estaba vivo. Que este vivía en New York y era un chulo, así como los negros, un chulo de veritas. Neruda ya no escribía poesía, sólo se ponía tocar armónica bajo la mirada de una luna quisquillosa.
El Lucho insistía, que era cierto, por algo el chofer de Neruda había hecho exhumar nuevamente su cuerpo en el extranjero, que acá en Chile todas las autoridades sabían que Neruda estaba vivo y era un chulo, pero que no decían nada a nadie porque les daba pena la gente, por que les daba pena Chile.

A Lucha le afecto saber que Neruda trabajaba como chulo, jamás lo hubiese imaginado.
Llego a su casa agotada, con la cabeza zumbando después de haber llorado tanto y  rompió en mil pedazos "20 poemas de amor y una canción desesperada" que Lucho le regalara para su cumpleaños. Lentamente, a veces se detenía en medio de llantos ahogados, comenzó romper el libro. Primero con pena por sentirse tan tonta, con pena por sentirse tan cabra chica, después con pena y desilusión por Chile, porque nos han mentido toda la vida. Después  comenzó a romper el libro  con rabia, pensando que el Lucho siempre le mentía, luego empezó vociferar en voz alta que no lo podía creer, que Neruda era un maldito chulo, que todos estos huevones son iguales, ¡Que lo único que le importaban eran las putas!.

Se quedo en silencio, en medio del cuarto sintiéndose esclava de Neruda y sus palabras, se calmó, tomó en sus manos 'Confieso que he vivido' y se fue a cagar al baño pensando "Estamos cagados, Neruda esta vivo".

El Soto