Thursday, November 28, 2013

El cuento de la princesa caballero

Si me preguntáis en dónde he estado
debo decir: "Sucede".
Pablo Neruda


Había una vez una pintora que se podía morir de cualquier cosa, menos de colores. Solía decir: "No creo en las relaciones basadas en las promesas". Les hablaba a todos de la princesa caballero, todos le decían que no conocían dicha serie televisiva infantil, donde los personajes y capítulos de su televisión imaginaria creaban las más insólitas historias. Como ellos nunca habían visto princesa caballero, no podrían entender que desde aquél entonces las cosas se comenzaron a transformar en colores.

Bajó el antiguo ascensor de un antiguo edificio de una antigua avenida Pedro Montt atestada de comerciantes ambulantes y se fue caminando a la feria, llena de piltrachas de mil pesos. "todo a luca" se decía mientras caminaba un Domingo cualquiera, de un Valparaíso único .

Las gentes solo colores. Había un señor amarillo que la molestaba sin cesar, otro azul de medio día que la piropeaba, pero a ella le gustaba el chico vestido de negro. Solía besar besos de pintores, los besos estos se le arrancaban de los labios con una rapidez que no dejaba de sorprenderla y se depositaban trémulos en labios de cantinas pintorescas. Gustaba de la poesía y cuando la escuchaba oía colores

Ayer despertó llorando de forma colorienta. Al principio salió tímida una lágrima blanca sincera, después varias gotas amarillas de locura intensa, como saltaban las lágrimas de colores ! Mancharon la pieza que quedo convertida en una mezcla de todos sus colores llorados. Le extraño ese llanto amarillo, ya que recordaba llorar con más frecuencia el amarillo verde violeta.

Darse cuenta que le faltaban mas colores para llorar en forma más colorienta, le hizo llorar con mas vehemencia.


El Soto