Thursday, February 20, 2014

La muerte enamorada

La muerte se enamoró
de mis pasos
se enamoró cuando me vio
bajando los cerros perdidos

Después la muerte
se obstino
de no tocarme pudo
a mi padre beso de espanto

Encantada la muerte me vio llorarle
fascinada la muerte me vio llamarle
se quedó a mi lado
silenciosa de amor

La muerte me amaba
mis pasos contaba
las horas del encuentro
mirada mortal !

Ahora la beso y le digo buenas noches
no se vaya enojar la muerte
y me de un día de estos
un beso mortal.


El Soto




Mi lucha

La Lucha
le prestó "Mi Lucha" de Hitler
al Lucho
que no luchaba

En la cárcel
te das cuenta
hay que estar ahí
Lucho

Tu sabes
te van a sacar la chucha Lucho
igual no más
en pedir no hay engaño

Igual se acostó al lado de ella
que se quedó quietecita
esperando desde siempre
tu respiración

Ahí se quedaron
abrazados
hasta el amanecer
hasta desaparecer


El Soto


El cuento de la suma y la resta

Ese día Lucha abrazó al Lucho y le dijo que la felicidad era eso, sólo un instante.
Lucho pensó en la felicidad, sumo las veces que había querido ser feliz y las que resto a las veces que no había sido feliz.
Pensó "¿Qué es la felicidad?", al momento comenzó a sonar en la radio "Mejor no hablar (de ciertas cosas)" de Sumo. La pelada de Luca Prodan le recordaba los niños con cáncer. "¿Serán felices los niños con cáncer?".


Yo creo que si - dijo un demonio.
Yo creo que no - dijo un ángel.

En efecto, Lucho miró un ángel y un demonio ambos dos apoyados perfecta y hermosamente en cada uno de sus hombros desnudos, discutíendo entre ellos.
Se cagaron de la risa, se cagaron de la risa del Lucho. El ángel precioso, el demonio hermoso.

"Sumando restando, sin cuenta y sin cuenta" díjose el Lucho.


ElSoto