
marcho rumbo a la esperanza, a pesar de vuestros funestos aleteos"
Después de un largo y autoimpuesto silencio, vuelvo al desahogo terapeútico que se a transformado para mí escribir estas líneas virtuales, desde donde puedo dar rienda suelta a mi vanidad de dejar que otros se enteren de mis pensamientos, casí como una necesidad narcisista fundada en el gran desapego paternal de mi infancia y adolescencia, así me lo explica parte de mi cerebro. (ja!)
Después del mencionado accidente todo es distinto. Extrañamente distinto, y al igual que el paso de un gran e impetuoso tornado que llega sin aviso y sin pedir permiso a nadie, sólo queda en pie lo que realmente estaba firme, todo lo demás cae, se destruye, desaparece, es arrastrado sin piedad por el fuego y el viento, donde ninguna súplica es escuchada.
Realmente quede mirando para otro lado. Aún no puedo percibir a cabalidad todo, pero en medio de esta soledad y abandono tengo mis dos manos ocupadas, llenas de amor, abrazando a roxana y esperanza.