Friday, March 27, 2009

RECUERDOS DE MI PADRE

Extraño el vino tinto, el asao, las conversaciones filosóficas, discutir de Pinochet, de religión, buenos para hablar. Gracias a el aprendí a discutir, a convencer, a defender ideas, posturas, ya que como buen vendedor, él sabía vender bien la poma. "Que va llevar caserita", "Que lindo sus ojos" mientras la clienta pagaba. Estar tan rodeado de mujeres obviamente le trajo enormes ventajas.

Extraño nuestras discusiones, y también extraño escucharlo tocar cueca con su guitarra, y cuando me hablaba de Chile se le inchaba el pecho de orgullo, el un defensor acérrimo del Gobierno militar, que ni las cuentas en oro de Pinochet pudieron doblegar, de repente sus himnos militares, que había que matar a todos los comunistas, que son todos unos flojos, etc. Imagínense tremenda labor tratar de convencerlo de los daños del gobierno militar, horas de discusión, a veces nos poníamos más rojos de lo normal, comenzábamos a transpirar, a levantar la voz, nos dejaban discutiendo solos en la mesa, ya que toda la gente sabía que no llegaríamos a ninguna parte, porque nunca llegábamos a ningún acuerdo al respecto.
Una y otra vez reafirmaba mis convicciones, el me lanzaba cifras, porcentajes y yo le salía con las torturas, las violaciones a las mujeres, la cobardía de un ejercito tan católico como ellos decían ser.
Lo únicos de izquierda que le gustaban eran Fidel y Chávez (ambos milicos) ya que los encontraba gente nacionalista, que amaba a su país.

Extraño su fervor, su entusiasmo infantil, era como un niño cuando andaba con un proyecto entre manos, y decía que lo iba hacer y hablaba y trabajaba todo el día en ese proyecto, hasta que aparecía un proyecto mejor y ahí quedaba el motor desarmado, la fabrica de cuchufli, la carnicería, la lechería en el campo. Yo le decía a mi tía María, quien era su secretaria y quien vivía más cerca cada uno de sus proyectos, que mi padre era un Empresoñador y no un empresario. Pero tenía un ojo para los negocios que nadie puede negar, siempre fue un ganador.

Extraño su esfuerzo, madrugador, trabajador incansable, era raro verlo dormir una siesta o estar todo el día acostado, siempre estaba haciendo algo, martillando por acá, regando por allá, cortando con la sierra dentro de la casa, entrando a la casa con todos los pies embarrados, inyectado siempre en las cosas que hacía.
Me arrepiento no haber aprovechado de trabajar juntos, ver y haber aprendido de él cada cosa que hacía. Hace poco tuvimos que visitar la parcela con mi hermana y me di cuenta lo poco que sabía de las cosas que el hacía, no fuimos capaces de extraer agua y poner la luz, cosas que el hacía en forma tan sencilla, nunca me puse a pensar que el no podría estar, que alguna vez me haría falta, que alguna vez no iba estar mas a mi lado y que por lo tanto debía aprender aquellas cosas.

Te extraño y me gustaría creer que alguna voluntad divina te llevo, que algún karma pagaste, que la brujería del amor no correspondido de una amante te mataron, pero no, te mato la PDI, unos detectives inescrupulosos te asesinaron brutal y despiadadamente, y me rompe el alma no encontrar respuestas.
Me duele el pecho está pena, que llevaré por siempre clavada en mi corazón como una cruz. Papá, te extraño mucho.

26-03-2009