Monday, January 05, 2009

Qué nos queda?

Un nuevo año nos desafía, me desafía a intentarlo una y otra vez, a vivir la vida, a construir los sueños, a materializar los anhelos.
Estaba leyendo mi primer escrito del año pasado, las cosas que decía y las metas que escribí en un papel, todas se lograron a cabalidad, no en la fecha que deseaba pero se lograron, pese al viento y la marea.

Ahora al terminar el año mi padre fallece de una forma trágica, obscena y brutalmente desconcertante y frente a eso mi vida sucumbió, como abatida por la mano de un gigante furioso. Pero soy hijo de león y nosotros no conocemos la palabra imposible, no existe. Mi amado padre constantemente me decía: "Pelao, todo es posible. Si uno se lo propone, lo hace". Mi viejo en su vida demostró ese lema, que no fue sólo simple teoría en el que era un empedernido emprendedor.

Me preguntaba después de todo lo acaecido en mi alma y corazón, una suerte de solución final de un proceso emocional tortuoso: ¿Qué nos queda de todo esto?, ¿Qué me queda de esta vida?, ¿Qué me llevo?. Y como un certero mensaje apareció en mi mente la palabra amor, si así tan simple y complejo, así tan desafiante y atemorizador. De esta vida sólo nos queda el amor, lo que yo amé.

El amor como substancia reforzadora y revitalizadora de la existencia, de los embates de la vida, de los sueños quebrados, de los sueños logrados. El amor como único medio sobre donde construir algo en la vida, la roca que sostiene la casa en la tormenta.
Lo único que nos queda, el amor.

Les deseo de todo mi corazón este año se dejen sorprender por el amor.