Thursday, January 13, 2011

buenos aires

Que necesidad de escribir tengo. Mi pensamiento más rápido que mi escritura torpe y débil. Mis balbuceos impropios y el papel blanco, tan blanco e inocente, tan trivial, simple, hermético y extraño.
Ensimismado de mi mismo, descubriendo y alimentado mi ego, me sumerjo en palabras, diálogos triviales, frases estériles. Que el sistema se cayó, que la revisión del código, que esto y lo otro, como si mi mundo poético mundano no tuviera ningún punto de intersección con mi torpeza ingenieril, elemento básico para sobrevivir me.

Soñé viajaba a Buenos Aires, soñé me quería. En el bus llevaba sólo guitarras y equipos de sonido y sin conocer calles, nombre, lugares, avanzaba siempre de prisa pasando por bares, cocinas, bullicio de voces, tango de fondo, para encontrarme con otras puertas, de otros bares, de otras gentes, de buenos aires. En mi sueño no había miedo, había incertidumbre y sin embargo viajaba con la misma maldita confianza que me hace escribir.

Y como bien lo saben, Neruda siempre tiene la culpa (por si alguien se olvida del culpable)



Miércoles 5 de Enero, Alameda, Santiago de Chile.