Tuesday, December 05, 2006

de la fragilidad de la existencia

Despúes del bombardeo de Israel al pueblo Palestino, uno de los "daños colaterales" son una madre muerta con sus hijos y mientras leo en Barrapunto la noticia del avispón biónico mata terroristas por parte de Israel, recuerdo que ayer caminaba en medio del Mercado Cardonal y al ver tanto ajetréo y tanta ocupación y tanto ser humano parecido a hormiga, pense en la fragilidad de nuestra existencia y fuí conciente del enorme poder del mal.
Todo ser humano, no importando su condición social, política y educacional, ama algo. Un perro, una peineta, un hijo, una mujer, un hombre, el sol o la luna, pero todo ser humano ama algo. Cualquier cosa por insignificante que sea, puede ser objeto del amor humano. Muchos aman sus animales y los tratan como hijos, u otros aman a sus hijos y se desviven por ellos.
Según el autor del libro Inteligencia Emocional, es parte de nuestra evolución como especie tener que amar algo y sobre todos los hijos, ya que ellos son los depositadores y guardianes de nuestros genes, que se perpetuarán en otros seres.
Ahí el poder del mal: "Amenaza a cualquier ser humano con quitarle aquello que ama, y le tendrás haciendo cualquier cosa".
Todos los que seguimos la serie Lost recordamos con espanto como Michael asesina y traiciona a sus íntimos amigos para salvar la vida de su hijo, toda la fortaleza moral de ese hombre queda reducida a nada cuando esta en peligro la vida del ser amado.

Y el mal se alimenta y fortalece de ese temor tan humano y vital, y pareciera que con cada alma destruida su poder creciera mas y más.

Sólo aquellos que son capaces de sacrificar su amor son capaces de enfrentarse al mal.