Thursday, April 26, 2007

perfectamente imperfecto

La fotografía corresponde al portal Fast Food: Ads vs. Reality donde compran alguna comida chatarra y una vez entregada la fotografían inmediamente comparandola con la foto de la publicidad.
Los publicistas conocen muy bien que a los hombres nos gusta ser engañados, que los hombres necesitamos creer en lo perfecto, creer a ciegas en el mundo perfecto. El ideal echo realidad, el ideal al alcance de tu bolsillo, lo perfecto ahora, llama ya!.

Recuerdo cuando niño esperaba con ansias el juguete que veía y codiciaba con tanto anhelo en la televisión, era la publicidad que pasaban cada 15 minutos de dibujos animados y que me tragaba sin escrúpulos. No hay como el deseo infantíl, nada se compara a eso, creo que no he vuelto a desear tanto algo como cuando era un niño. No podía dormir la noche de navidad sabiendo que al otro día estaba aquel juguete tan deseado. Abría con fervor el papel y ahí estaba, pero por más que lo miraba no era igual al que aparecía en la tele, este era más aburrido. Al tiempo quedaba tirado junto con todos los demás juquetes, no era lo que yo esperaba. (mi mente ya estaba ocupada deseando el nuevo juguete)

El ideal es sólo eso, una idea de como puede ser algo o como podría funcionar algo.
El ideal jamás se hará realidad, la realidad de ese ideal sólo se acercará en parte pero nunca será igual. Nunca igual.
Platón habla largo y extendido acerca del ideal en el ser humano, y se pregunta:
¿De donde saca el hombre la idea de perfección si nunca a sido nada perfecto?
Le tenemos terror a la realidad y la evadimos todo cuanto podemos, la realidad nos desafía con su verdad cruel, fría y lúcida. Con sus argumentos incuestionables, con sus dimes y diretes. Esa realidad aficciante e innombrable, pero verdad al fin y al cabo.
El ideal nos ayuda a entender la realidad y a poder suavizar un poco su crudeza, también nos lleva al desafío de querer que las cosas mejoren. Es cierto mejoran, pero nunca son perfectas, no hay nada perfecto. No existe el país con gobernantes perfectos, tampoco existe el blog perfecto, como tampoco el matrimonio ni los hijos perfectos. Entender esto te puede ayudar a no juzgar tanto a los demás ni a tí mismo, y liberarte del yugo esclavizante del perfeccionismo. Tampoco uno va andar por ahí dejando todo a medias, las cosas se deben hacer con todas las ganas de que salga perfecto, perfectamente imperfecto.

Y tanto realismo de que sirve? Es muy fome ser tan realista opacando todos los intentos de algo mejor, te vuelves pesimísta. Es necesario el realismo para construir sobre sus cimientos el ideal. Es necesaria la realidad como espejo de lo que no quiero.
Los realistas nunca avanzan, los idealistas avanzan, crean nuevas teorías y formas de ver la vida, son revolucionarios, pero también los idealistas son los que llevan a muchos al precipicio de la estupidez.

... soñar con los pies en la tierra, volar mirando la tierra, volar para ver mejor la realidad.