Wednesday, November 07, 2007

yo y mi otro yo

Nuestra personalidad es un misterio infinito, de una complejidad y riqueza emocional excepcionales, y nosotros los humanos la tenemos muy desarrollada, más que cualquier mamífero de este globo terráqueo, aunque ellos también tienen personalidad. El medio ambiente en el que habitamos tiene mucho que decir acerca nuestra personalidad, ya que lo vivido influye mucho en la construcción de esta.
El personaje de la serie animada 'Los Simpsons' llamado flanders me gusta mucho y creó que me parezco "en parte" mucho a él sobre todo en su actitud extremadamente positiva y su afán por hacer las cosas bien. Es uno de los personajes más afables de la serie, también uno de los mas irritantes, pero también al que le han pasado las peores desgracias, como ser el único personaje que pierde a su esposa (homero tiene una participación directa en esa muerte, dou!) y el único que pierde su casa en un incendio. Pero ese personaje amable también tiene su lado B, cuando en un capítulo donde homero vende su alma al diablo por una dona, flanders aparece personificando al diablo y ante el asombro de homero este dice: 'Siempre es el que menos piensas'.
De ese lado B al que dedico estas líneas, de ese otro que aparece cuando menos lo esperas, que está ahí contigo, viviendo las cosas que tu vives pero sintiendo de otra forma, pensando de otra forma y en el momento menos esperado aparece. Creo que la represión tiene mucho que ver con eso, ese estar constantemente negándote hacer lo que quieres, ese ser moralista prohibitivo que habita en uno, esa cantidad de siglos moralizadores de la fe cristiana que nos cuelga del cuello, tiene mucho que ver en ese otro yo. Y la humanidad entera tiene su otro yo, la tierra tan compuesta y estable, frecuentemente es sacudida por guerras estúpidas, epidemias y cuanta cosa horrible se nos puede ocurrir.

Será que la vida entera es así, el yin y el yan que habla de la dualidad de todo lo existente en el universo, lo blanco y lo negro, el cielo y el infierno. Lo único claro que tengo es que a veces vivimos en el cielo, y unas tantas en el infierno.

("fuego fuego fuego, fuego" Intoxicados & Andrés Calamaro)