Y nos levantamos de las cenizas y otra vez el golpe mortífero.
Me cargan las víctimas, siempre quejándose del dolor de la vida, siempre lamentando y lamiendo su miseria. A todos nos cuesta, a todos nos duele la vida, todos sangramos y respiramos.
Y el dolor? siempre habrá dolor, siempre nos acompañara algún lamento sincero y profundo, pero el dolor como fuerza creadora, creativa que nos permita salir del embrollo y generar nuevos lazos afectivos, es el dolor que sirve. El dolor paralizante, apabullante, mediocre, ese va al olvido, al tacho de basura emocional.
Si te sorprende el dolor, no te sorprendas.
Recogelo, abrazalo, trágalo, respiralo, mira el horizonte y sigue caminando, con obstinación y porfía, con esperanza.
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