Ser hombre hoy en día es un viaje eterno al encuentro de nuestra amada Penélope. Mientras tanto en el camino los favores de las pitonisas, amores de hechizeras, encuentros inmortales y cantos de sirenas nos llevaran al hades de vez en cuando, para regresar mas fortalecidos a la siguiente aventura.
En lo femenino el hombre encuentra la escencia final de la belleza, como alimento eterno de los dioses las musas inspiradoras e instigadoras nos proveerán del néctar necesario para vivir las batallas del mañana. Lo femenino como elemento creador, inspirador, intimo y profano. No se trata de amar solo una diosa, ya que podemos encerder la ira de celos de Afrodita, mas bien se trata de aprender amar a la mujer en su esencia infinita.
Prepararnos y luchar cada día en una guerra mística, donde los dioses y diosas conceden los deseos a sus protegidos y amados, por su sola, única y caprichosa voluntad.
"Señora, que tan grandes dones concedéis,
que nos traéis las estaciones,
soberana, Diosa,
vos y vuestra bellísima hija, Perséfone,
sed bondadosas y, a cambio de mi poema,
dadme la clase de vida que mi corazón anhela."
koteSófolis