Thursday, February 15, 2007

de la reconstrucción del yo


Despúes de una catastrofe emocional, espíritual y sicológica, es necesario volver a construir todo, y fortalecer los pilares de nuestra existencia, la reafirmación de nuestra vida.
El yo como reafirmación de mi existencia debe ser reconstruido a base de tus gustos y preferencias, un dejarte llevar constante por tus motivaciones personales, tan apagadas o aplacadas por la culpa.
Un constante escuchar tu corazón, presentimientos y razonamientos, un volver a creer en tí, un volver amarte. Un egoísmo fuerte donde tu decides, eliges, creas y das forma a tus cosas y tu vida.
El amarse uno mismo, tiene mucho de egoísmo y se nos ha enseñado que el egoísmo es malo, lo malo es no ser egoísta. Ser egoísta es preocuparte de tí, de estar bien contigo mismo, de saberte seguro y estable en tus propósitos y visión de vida. El amor en sí mismo es egoísmo, uno desea poseer lo que ama, y ese poseer es el sufrimiento propio del amor, cuando no tengo lo que amo sufro. Lo bueno de amarse a uno mismo es que uno nunca se abandonará, siempre uno estará consigo mismo, y ese amarse a uno mismo te prepara para amar a los otros a tu semejantes, a tu prójimo.

Para reconstruir tu yo debes buscar un refugio que traiga paz a tu alma, un sitio alto, desde donde puedas entender y observar. Terribles visiones del pasado golpearán tu mente,
terribles presagios que nomentaneamente no entendiste, ni supiste comprender.
Comenzarás a ver, a ver clara y limpiamente la realidad, esa que rehuías cobarde y temeroso. Esa realidad que golpea y libera, pero en definitiva esa verdad que te hace libre. Cómo dijo Cristo: "Y conocereís la verdad, y la verdad os hará libres".
También es necesario el dolor como cinzel que esculpe, es necesario el dolor como ente sanador, ese dolor que sana.
Entender tu pasado, aceptarlo y perdonarte liberá tu alma y fortalecen tu yo.

Un yo fuerte se autodefine, no depende de nadie.
Tú, hombre, libre , soberano, independiente y fuerte. Tú, hombre dueño del mundo y libre de las cosas.

El yo es como la construcción del Estado. Un país es fuerte cuando su ejército es fuerte,
cuando la conciencia de país es fuerte en cada uno de sus ciudadanos, en donde la conciencia de patria, es el principal elemento unificador de un país. Donde a pesar de todo conviven las diferencias y las contradicciones.
Cómo decía Cristo: "Un reino dividido contrá si mismo no prevalecerá".


... audaz y asertivo, no confluyen en él los elementos propios del desamor.

Foto: Akintunde Akinleye, Nigeria, Reuters. 1er lugar Spot News World Press Photo 2007.