Frente mi casa está el puerto de Valparaíso con todo el ajetreo propio de camiones que cargan y descargan. Cuando es mucho el trabajo se forman tremendos tacos de camiones que esperan entrar al puerto hacer su trabajo y lo choferes estan horas esperando entrar. Cuando la paciencia se les comienza acabar (cosa bastante frecuente) comienzan hacer sonar sus bocinas muy fuerte, metálicas y enojadas. Son los choferes que están esperando entrar hace horas y no me dejan escuchar a María Bethania cantando "A Mais bonita". Es un sonido horrible, que opaca todo lo que no sea su sonido, un sonido de maquinas furiosas cansadas de la espera.Sólo ruido enfermo y terrible.
Cuántos sonidos genera tu alma, y callan todo lo que no sea ese sonido?
Qué escuchas cuando cierras tus ojos?, Qué pensamientos obsesionan tu mente?
Nuestra mente no para de emitir ruido y casi siempre lo único que hay es ruido, ruido de trabajo, ruido de lo que no hicimos y vamos hacer, ruido del ruido. Competimos, nos despedazamos a mordiscos, queremos ser fuertes, invencibles.
Para!
Sientate, cierra los ojos, respira lentamente, respira solamente respira, concentrate en la respiración. No respires rápido, respira lento. Siente como se relajan todos tus músculos, desde la punta de los pies, pasando lentamente por tu estomago subiendo más y mas hasta llegar al último pelo de tu cabeza. Visualízate subiendo y subiendo a niveles de concentración más profundos y derepente te encuentras una puerta, la abres y dentro de ella hay un hermoso y paradisiaco jardín, el más hermoso jamás visto. Te sientes bien muy bien, te sientas en el pasto, disfrutas del hermoso paisaje y descubres que hay un pequeño riachuelo, sacas tus zapatos, te acercas y pones los pies en esas cristalinas y hermosas aguas, y te sientes muy bien, felíz y despreocupado.
Ahora abre lentamente los ojos y todo estará mejor, el ruido se fué.
... por fin callan, por fín escucho el canto agónico del bossa-nova.
