Sunday, June 10, 2007

Corazones ROJOS


Viendo la TV chilena, evento que suele ocurrir el Domingo en la Noche para ver 'Tolerancia Cero' y al momento de comerciales de mi amado programa televisivo, cambie la TV y vi a Camiroaga vestido de travesti.
No les miento que el invitado de camiroaga era una hermosa mujer (hombre vestido de mujer), que cualquier hombre cae engañado con unas cuantas copas en el cuerpo.
En ese momento percibí que la homosexualidad tiene elementos satánicos, o sea que el amar a un ser de tu mismo sexo es una actitud satánica ya que estás negando el principio básico del amor: Amar al otro, amar al distinto.
Amar una mujer es tarea tremendamente compleja, que equivale enfrentarte a los gigantes más temidos. Como aquellos cuentos de antaño donde el valiente caballero iba en busca de la amada y debía enfrentarse al dragón, el más terrible y siniestro animal jamás creado. Si matas al dragón tienes tu mujer en lo alto de una torre durmiendo, soñando contigo. Cuanto ella despiérte y te vea, todos los demás fueron un sueño. Tu éres el hombre que ella llevaba años y años esperando. Algunas despiertan y encuentran a Shrek pero da lo mismo, es su hombre. Cuántas damas hermosas aman a sus Shrek con devoción?

Entonces amar a tu mismo género es una actitud satánica, por que la base del amor esta fundada en amar al otro, al extraño, al prójimo. No hay ser más distinto, no hay abismo más grande que una mujer. Su lenguaje, (al macho: cuando hablan, dicen cosas que tu no alcanzas a escuchar, debes estar atento cuando hablas con una mujer, son un misterio exquisito) su forma de sentir, sus movimientos, sus alegrías y penas son temas inentendibles para el macho. Nos confunden, nos alocan, pueden hacer salir lo más hermoso y al mismo tiempo lo más horrible de nosotros. Los machos somos amebas emocionales, tenemos los patrones básicos de conducta emocional que la evolución nos permitió tener, para así poder matarnos en las guerras, destrozarnos los cráneos y a los años siguientes poder hacer negocios con el Gas. (Léase la visita del almirante boliviano a Chile).
El macho de la antigüa Grecia llegó a tan alto nivel de vanidad que los filósofos comenzaron a practicar el sexo entre ellos mismos (leáse: se pusieron huecos), ya que la mujer era muy indigna para esos hombres. A platón le gustaban los pollitos.
Los fascismos establecen normas de igualdad impresionantes, por eso los ejercitos son necesariamente satánicos, son todos iguales. El éjercito es la máxima expresión del macho, todos iguales, orden y lógica en su máxima expresión. Cero misericordia y competividad despiadada.
A los machos nos cuesta aceptar al otro, al distinto. En ese sentido, ustedes bellas damas son nuestro más grande sufrimiento. No existe en el universo ser más rádicalmente diferente al macho, amarlas es nuestro más grande desafío y misión. Vuestro amor nos sana, libera y fortalece. Un hombre con una buena mujer a su lado, crece, crece y crece. En todo sentido y área de la vida. Por eso hombre, tu macho que lees mi blog escucha: "Si una mujer te tira para abajo, dejalá!. Tu mujer es la que te tira pa'rriba".
La homosexualidad es el egoísmo en su máxima actitud. Por eso en este mundo egoísta hay tanto homosexualismo, por que cada vez somos más y más egoístas. Satanás es también la máxima expresión del egoísmo al rebelarse contra Dios, contra lo distinto, contra lo que tu no puedes controlar ni dominar, contra todo aquello que te complija y aqueja en esta mortal vida. Quiere vivir sin Dios, quiere vivir sin amar al distinto, al diferente. Entonces como no estaba dispuesto amar, Dios lo expulsa de su Reino. Dios no lo expulsa por que no quería que le quitarán el trono, Dios no tiene trono, lo expulsa por que Satanás deja de Amar y su Reino es un Reino de Amor.

La mujer es el ser más distinto, complicado y extraño que el macho puede conocer en su momentáneo deambular terrestre, pero también es la más grande oportunidad, tu gran oportunidad para aprender amar.


... Cómo volver amar una mujer?