Thursday, January 31, 2008

Cardioshow

En gran medida, sino en toda la medida, la mayor parte de nuestros problemas son problemas afectivos o problemas que tienen que ver con el amor.
Un padre que no ama a su hijo, un hijo que no ama a su padre, una hija que odia a su madre, un jefe que envidia a su empleado, etc. Todos son problemas que tienen que ver con el corazón, un corazón que esperó amor y en cambio recibió todo lo contrario.
En la mayor parte de los casos los corazones enfermos de desamor traman su venganza, y siempre el pobre chivo expiatorio es un inocente corazón que quedará convertido en desamor, que buscará otro chivo expiatorio y ese chivo en desamor buscara otro chivo y ese otro del otro de otro buscará a otros (... y así el círculo del desamor).

Se hace necesario, urgente y vital para nuestra supervivencia y salud mental, rodearnos de personas que nos amen y ese amor llevarlo como bandera, en medio de la batalla, del humo, de las balas, del olor a sangre y las nauseas.

En primer lugar la familia, por que los amigos, las parejas, los colegas, los compañeros, pasan y siempre pasan, pero un padre, una madre, un hermano esos no pasan, están desde nuestro primer respiro y estarán al lado del último respiro en esta tierra, estarán como fieles compañeros del camino. En este punto es demasiado importante escuchar el consejo de la madre, la palabra del padre, el abrazo del hermano, esos consejos del amor son guías y luz en nuestro camino.

Si no se cuenta con ese vínculo vital y fundamental como la familia, se puede contar con un amigo, un abuelo, un perro o un gato. Lo importante es siempre estar amando y siendo amado, en ese ejercicio constante nunca perderás el rumbo, ya que te enfrentarás al desamor en cada esquina de la vida, en cada paso sentirás su amargo sabor y dolor, pero siempre bajale el perfil, como un buen vocero de gobierno.